¿Qué tal si, en lugar de preguntarnos qué trabajos van a desaparecer por culpa de la IA, nos cuestionáramos cómo se van a transformar todos nuestros roles actuales? Si hoy pudieran eliminar las tareas repetitivas y aburridas en las cuales su aporte personal es cero, pero su inversión en tiempo es alta, ¿cuáles serían? Si la quitaras, ¿cómo impactaría tu vida profesional? Cuando eliminemos las tareas automatizables, ¿qué haremos con el tiempo que recuperamos? ¿Cómo aprovecharemos ese momento de ocio?
En este artículo, se destaca la rápida evolución de la inteligencia artificial (IA) generativa como una revolución tecnológica sin precedentes. La autora, una profesora universitaria, comparte su experiencia al tener que adaptarse a esta nueva tecnología en la evaluación de proyectos de sus alumnos.
Se plantea la necesidad de cambiar la perspectiva sobre cómo la IA afectará los roles laborales actuales. En lugar de preocuparse por la pérdida de empleos, se sugiere reflexionar sobre cómo se transformarán los roles existentes. La autora propone eliminar tareas repetitivas y aburridas, permitiendo a las personas dedicar tiempo a actividades más significativas.
Se destaca que la IA redefine conceptos de productividad y eficiencia, brindando una oportunidad para repensar el uso del tiempo liberado por la automatización. Se sugiere la posibilidad de dedicar ese tiempo a actividades creativas, innovadoras y de ocio.
En el ámbito laboral, se plantea la pregunta de cómo la IA podría transformar el mercado laboral latinoamericano, especialmente abordando la escasez de talento. Se enfatiza el papel crucial de los CEO en liderar equipos y gestionar la incertidumbre laboral, sugiriendo que también deben ser «Chief Emotional Officers».
La autora aborda dos cuestiones clave para administrar el impacto de la IA de manera positiva: la diversidad e inclusión para evitar sesgos en los algoritmos y la protección de la privacidad de la información utilizada por la IA.
En cuanto a la educación, se destaca la importancia de capacitar a los equipos en diversas habilidades y capacidades que las máquinas no pueden replicar, como la interseccionalidad y la creación de emociones. Se anima a las personas a exponerse a diversas experiencias y a entrenarse en versatilidad, improvisación y narración de historias para adaptarse a los cambios impulsados por la IA.
